27/12/12

Algunos cambios


"Ya despiértate nena, sube al rayo al fin
Ya despiértate rayo, sube a la nena
Y así verás lo bueno y dulce que es amar"
Despiértate nena - Luis Alberto Spinetta

Mi entorno sospecha de que ando con ganas de hacer cambios, lo notan porque los estoy haciendo...cerré la cuenta de féisbuc, la de tuíter, volví al blog (por melancolía) y el laburo me hastía cada vez más, quizás haya cumplido un ciclo pero, necesito trabajar.
Hay movidas respecto a las relaciones amistosas que cambiaron, no tengo ganas de bancarme boludeces, no tengo ganas de más quejas al pedo, no tengo energía para soportar nada que me haga perder tiempo ¿intolerante? quizás.
No recuerdo bien, pero calculo que hace unos seis meses empecé a hacer terapia, no sé qué tan bien me esté yendo dado que hice todo mal, tengo un terapeuta pintón, sin compromisos serios, tranquilo, con sentido del humor y no hice la transferencia erótica. No falto por nada del mundo, asisto puntual, llevo caramelos de chochomaní, y si hace calor, agua tónica para los dos, me cuenta sus problemas sentimentales, le aconsejo y hablamos de mí.
Ahora hierve una sopa con fideos munición para S. Menor, mi madre está recostada escuchando música y yo, con los pies latiendo, debo ir a bañarme.
Hoy recibí un regalo de navidad de quien menos esperé, uno de mis compañeros de laburo se apareció con un paquete grande, un hermoso juego de sábanas con un cubrecamas originario de la India, precioso todo, acabo de ponerlo y me río de mí, de cómo a veces llega lo inesperado.
Los dos perros del patio ladran por cualquier cosa, el viento amainó, los recuerdos de mi abuela muerta afloran por cualquier cosa, la sueño poco pero la sueño, enojada conmigo, en vida nunca estuvo así, jamás siquiera me retó.
¿Alguien se dió cuenta de que la hipocresía reinante en la sociedad se traslada a las redes sociales? sí, claro que sí, claro que se dieron cuenta, bueno eso...tampoco me lo bancaba más, por esa razón lo cerré, ya hay suficiente en la realidad como para fumármela en la virtualidad.

25/12/12

Guapos

Tejido, mate, puchos, feriado y la recomendación peliculera de hoy:



Ooootra vez la fin del mundo


Ni se te ocurra que voy a acotar algo sobre la, siempre de moda, fin del mundo (sí, en femenino). Sólo quería contarte que anoche, la ciudad de Neuquén le hizo pito catalán a la nueva ley de pirotecnia, que dos viejas de mierda se colaron en la cola de súper (lugar al que odio ir porque está lo peor del sentir humano...ostentación, afano, irrespetuosidad, ira, etc.) sentimientos que afloran ante un tumultuoso y apurado enjambre de seres humanos que corren como locos, muertos de calor y sumidos en futuras deudas.
Desde este ventoso 25 de diciembre y, con el hígado enojado conmigo por los kilos de mayonesa (casera) que le hago filtrar, me hago el firme propósito de no hacerme propósitos para el año que viene, con que llegue viva, me doy por bien pagáa.
Hace cuatro días mi amiga más antigua cumplió años y la pensé todo el día. Su peque mayor cumplió años también y ella disfruta de ser madre, me gustaría mucho estar cerca de ella.
En breve nacerán sobrinos lejanos, también se ha muerto gente, también el universo va terminando de a poco, pero vale la pena vivir y acá estoy, haciéndolo a pesar de que la vida no valga nada. Y que no se malinterprete, no creo que la vida valga un comino.


10/12/12

Vívido

(...)No soy yo quien espera,
enredado en mis nervios,
que las horas me acerquen el alivio del sueño,
ni el que está con mis manos, de yeso enloquecido,
mirando, entre mis huesos, las áridas paredes.(...)
Nocturnos-Oliverio Girondo

Hay despertares que se confunden con la continuación del sueño, ese donde aparecen situaciones raras que entremezclan los lugares, los colores, las personas. 
El diecinueve próximo Ella cumpliría noventa y tres años, aunque siempre me resultó difícil imaginarla tan viejita la soñé así, con casi noventa y tres, armaba sus cosas para un viaje en la cocina de la casa que habito ahora, le dije que pensaba que iba a esperar a que pasen las fiestas para volverse a su casa y me dijo que sí. Al despertar fui agitada a la cocina a verla, tardé varios minutos en darme cuenta de que hace más de diez años que está muerta.
No la necesito, sólo la extraño.
La "realidad aparte", el mundo de los sueños, el universo que se abre cuando cerramos los ojos, ese misterio del cual hay miles de teorías y ninguna certeza, igualito que la muerte.
No la sueño seguido, han sido sólo tres veces con ésta, me deja la sensación de que algo me quiere decir pero es sólo eso, una sensación, ninguna certeza.